“Papá por un día” llega hoy a los cines. Y sus tres protagonistas estuvieron en Córdoba para hablar de la película.
Luisana Lopilato le va encontrando el “gustito” a la comedia
Sencilla y dulce en su manera de hablar, Luisana Lopilato es, además, aún más bonita personalmente que lo que puede apreciarse en las fotos. Y si bien fue una VISITA UNIVISION.COM PARA MAS INFORMACION symbol precoz, paradójicamente nunca estuvo sobreexpuesta. Algo que está tratando de mantener ahora que su romance con el cantante canadiense Michael Bublé la ha convertido en un blanco codiciado de los paparazzi.
“Rebelde way me puso en un lugar muy mediático”, comenta Luisana. “Aparecía en tapas de revista a los 15 años. Sé que es parte de la profesión, pero ya no me gusta cuando entran en tu vida privada. Si querés ir a un restaurante y hay un fotógrafo, habrá que aceptarlo pero, al mismo tiempo, está bueno reservar lo que uno no quiere contar”.
Y, así como esos años de “lolita” ya quedaron atrás, Luisana comenzó a probarse con éxito (en Casados con hijos) el traje de actriz de comedia. Y la combinación de belleza y vocación para provocar risas (que continúa en Papá por un día) bien podría convertir a Luisana en una especie de Jennifer Aniston argentina. ¿Qué dice ella al respecto? “Nunca me habían comparado con ella, pero está bueno eso. La verdad es que me satisface mucho salir a la calle y que me pase algo que no me había pasado nunca: la gente grande me dice ‘gracias por hacernos reír los mediodías’”, relata. “Yo estaba acostumbrada a los halagos del público adolescente, pero la verdad es que hacer comedia me encanta”.
En “Papá por un día”, Nicolás Cabré es un galán sensible
Si bien a su carrera artística la comenzó como galán, Nicolás Cabré luego trató de balancear esa imagen con inquietudes actorales más serias, que lo llevaron, por ejemplo, a protagonizar filmes como Fuga de cerebros y Yepeto, o unitarios televisivos como Tiempo final.
Y con Papá por un día, Nicolás le agrega el costado sensible a su estampa de objeto de deseo para chicas adolescentes. Es que aquí, su personaje (Federico) debe hacerse cargo de cuidar a una hermanita menor que ha aparecido en su vida de un día para el otro. Y si bien los directores siempre dicen que es una pesadilla trabajar con niños, Cabré no está de acuerdo. “Cuando eligieron a Julieta (Poggio, la protagonista infantil) para el papel, el riesgo era ver si durante los dos meses y pico que duró la filmación la nena iba a estar con la misma fuerza”, comenta. “Pero la verdad es que nos sorprendió, fue muy profesional. Obviamente, tenía sus momentos de distracción, pero eso es lógico. Pero no es nada tan terrible, sólo hay que aprender a adaptarse a ellos, que necesitan otros tiempos”.
Y, con seis películas en su haber, ¿se encargó Nicolás de ponerse en el lugar de consejero de sus coestrellas? “Para eso estaba Raúl (Rodríguez Peilá, el director). Yo no creo poder darle ninguna dirección a nadie. Además, ellas no necesitan que nadie esté encima diciéndoles qué tienen que hacer. Son muy profesionales”. Todo un caballero.
Gimena Accardi: una nueva “chica mala” llega al cine
Gimena Accardi se convirtió en un rostro conocido para el público juvenil gracias a su papel de Malvina, la “mala” de Casi ángeles. Sin embargo, como ella cuenta, viene trabajando desde los 14 años, “aunque siempre con un perfil bien bajo”. “El hecho de que Carlos (Mentasti, el productor de Papá por un día) me eligiera para este papel me llenó de alegría. Es genial poder compartir un elenco con personas tan importantes como Miguel Ángel Rodríguez, Patricia Sosa o Gogó Andreu. Además, el director me dio mucha libertad para opinar sobre mi personaje. No siempre suceden esas cosas”. Al igual que Malvina, a Cecilia –su personaje en la película–, le toca ser la villana de turno. Y ya con oficio en los avatares de ser una “chica mala”, Gimena afirma que disfruta mucho ese tipo de papeles. “Quizás en la ‘mala’ encontrás más matices porque tenés que buscar otra postura, otra mirada y otro tono. Cuando hacés de ‘buena’ sos más vos misma, tus gestos tienen que ver con lo cotidiano. Además, en Casi ángeles era una ‘mala’ tonta y medio torpe, y el público no la veía tanto como la villana. Lo disfruto mucho... ¡pero creo que ahora me voy a teñir de rubia y me voy a poner lentes de contacto, porque creo que a las morochas siempre nos eligen para hacer de ‘malas’! (risas)”.
Para terminar, vale mencionar un dato quizás curioso: además de ser actriz, Gimena se recibió de directora cinematográfica en la facultad. Quizás la próxima vez, nos toque verla detrás de las cámaras.
Entre dos amores, y con una hermanita de por medio.
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