Luisana Lopilato intenta alternar su vida profesional con la personal en los últimos días de la visita de Michael Bublé. La actriz intenta aprovechar su tiempo con intensidad antes de la despedida del próximo viernes, cuando el cantante deberá regresar a Los Angeles, para retomar su rally de compromisos laborales. Anoche, la pareja decidió sumarse a los millones de espectadores que vieron el film Avatar.
Luego de la correspondiente jornada de grabación en Alguien que me quiera, la nueva ficción de Pol-Ka para el Trece, la actriz invitó al canadiense a una de las salas Premium de uno de los cines más nuevos de la ciudad y fue ahí que permanecieron 162 minutos impactados con la película de James Cameron que arrasó en la entrega de los Golden Globes. Muñidos de un gran balde de pop-corn sali-dulce y dos gaseosas lights extra grandes, los comprometidos a casamiento permanecieron en el cine hasta pasada la medianoche.
Según testigos, Luisana algo impresionada, recurría a los brazos de su novio en las escenas más dramáticas del film. Bublé, no dejaba de masticar palomitas y respondía con sonrisas ante los sobresaltos de su chica. Quienes los acompañaron en la sala aseguran que, la pareja entró al apagarse las luces y luego dejó el cine antes de los créditos finales del film para dirigirse raudamente hacia el estacionamiento en donde la actriz había dejado su auto.
Fonte: Puroshow
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